El libro de un hombre solo.

"...desde el momento en que las personas pierden su propia voz, se convierten en muñecos de trapo que no pueden escapar de la gran mano que los manipula."

viernes, 3 de junio de 2011

La República Alucinada


Definitivamente, y aunque la frase esté trillada: leer es un placer.

En este momento acabo de terminar el libro LA REPÚBLICA ALUCINADA. Este libro compilatorio de entrevistas en torno a la independencia y los Bicentenarios, realizadas a historiadores venezolanos muy queridos y a otros colombianos no conocidos por mi, pero en los que fue agradable encontrar puntos de encuentro, de desencuentro, y –lo más importante en una lectura- serios cuestionamientos a lo que hacemos a diario: repensar, a veces con mirada romántica, a veces con mirada trasnochada, otras tratando de estar con los pies en la tierra, aunque no tanto, la historia de nuestro continente, y sin tratar de abarcar tanto, hasta no cerrar nuestros propios capítulos, de nuestro país.

Ya el título se las trae. Pudo haberse llamado: LA REPÚBLICA SOÑADA, LA REPÚBLICA DESEADA, LA REPÚBLICA IMAGINADA, pero decidió llamarla LA REPÚBLICA ALUCINADA; esto es, evocando a una “sensación ilusoria”, una cosa “maravillosa”, un padecimiento, el resultado de una confusión mental –psíquica- que bloque a la persona que la imagina, que “alucina”, que desvaría, delira, con tal idea. LA REPÚBLICA ALUCINADA, no es Venezuela, es el continente, la idea de la Libertad y de Independencia la que se cuestionan en el marco de este Bicentenario. Además permite una mirada más fresca y moderna a lo que entendemos como “héroes”. Siempre acusamos la idea de que fueron hombres de carne y huesos, con sangre en las venas. Una perogrullada como esa, lamentablemente hay que repetirla. El asunto se nos vuelve más cuesta arriba cuando, en pleno siglo XXI, nos “despertamos” con la mala nueva de que esos “héroes” andan por allí, en las plazas que llevan sus nombres, en las avenidas que llevan sus nombres, en las escuelas o liceos que llevan sus nombres, en las sillas presidenciales de tipos que quieren hacerse de la fuerza de sus espíritus.

La serie de entrevistas que realizó Maye Primera ocupan todos los aspectos en los que los héroes desandan hoy, desde los estudios profesionales, el ámbito espiritual, el libro de texto, la educación primaria, la vida de a medio –real- de esos hombres que ante una coyuntura decidieron un camino, en el que muchos se quedaron, unos pocos con suerte, envejecieron malhumorados añorando sus glorias pasadas, otros quedaron para siempre en el olvido, y unos cuantos pasaron a formar parte de una tumba que “les pertenece” a todos, y que por un predecible suceso, ha sido privatizada por una pequeña corte, que expolia sus títulos, gerencia su imagen e invalida el uso que como representación colectiva debe tener el héroe.

En el libro se distribuyó muy bien las sensaciones que iban a ir irrigando en el lector. Un carrusel de emociones desde lo estrictamente informativo, lo parco, la clase magistral, hasta llegar al profesor Manuel Caballero, cuando el carrito de la montaña rusa comienza a hacer sus subidas, sus caídas, sus tirabuzones, Teodoro Petkoff, Michelle Ascencio de dan fuerza al carro, que parece no detenerse. El periodista colombiano Mauricio Vargas Linares me presentó una llanura a moderada velocidad que me permitió cuestionarme no en las cosas que no sé –que son muchas- sino en las cosas que dándolas por sabidas simplemente repito o repetimos, bien usado el plural, y con esto no ayudamos a que seamos distintos, mientras que cronos sigue su paso indetenible en la vida de los países y de la gente en particular. Mi sorpresa mayor fue la entrevista al profesor Germán Carrera Damas. Si tuviera que colocar un nombre a su entrevista, y sabiendo que caería en el abismo sin fondo la cursilería, en lugar de LIBEREN AL LIBERTADOR, la llamaría “TERNURA, POR ÉL”.

La exposición que el profesor Carrera Damas hace, ante la batería de preguntas de Maye Primera, simplemente me aguó el ojo, me sentí leyendo nuevamente las últimas páginas del Werther de Goethe, en la traducción de la editorial Salvat, N° 10n de su vieja colección popular.

Eso es todo.

PD: Maye Primera, LA REPÚBLICA ALUCINADA, Caracas, ALFA, 2010, pp. 154 agradables.

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